Los árboles en la vereda
Una vereda convenientemente arbolada siempre es motivo de admiración, agradable a la vista y sumamente práctico a la hora de estacionar el auto, o proyectar su sombra sobre la misma vivienda. Previo a realizar la implantación en el espacio público se debe conocer las características de la especie que se va a implantar; especialmente debe conocerse el tamaño que adquiere con el correr de los años, la tipología de raíz que posee, si es de follaje persistentes o de hojas caducas, si es sensible a las heladas o resistente al frío.
Otro aspecto que debe tenerse muy en cuenta es el ancho de la vereda, en algunos barrios de Salta y Jujuy, aún aquellos de reciente construcción, son escasamente anchas por lo que, no es recomendable la plantación de árboles demasiado grandes.
La plantación de árboles puede hacerse en cualquier momento del año si tienen pan de tierra, aunque lo recomendable es la época más fría. Al contrario de lo que se supone los árboles de tamaño muy grande no son convenientes para el transplante, porque sufren mucho las altas temperaturas y la falta de agua.
El pan de tierra debe ser como mínimo de un ancho equivalente a un tercio de la copa.
Es bueno aclarar que los árboles también se pueden plantar a raíz desnuda, este sistema está indicado para aquellos de hojas caducas, en la época fría del año (mes de julio)
Se debe elegir siempre ejemplares jóvenes, bien formados, sanos. El tamaño del hoyo de plantación debe ser del doble del tamaño del volumen del pan de tierra. Si la tierra extraída es de regular o mala calidad, se deberá remplazar con un sustrato de buena calidad, para que el ejemplar reciba una buena nutrición inicial.
Si el suelo donde se va a colocar el árbol es poco profundo, impermeable, (muy arcilloso) o con una capa pedregosa. Para salvar este problema es conveniente con un barreno hacer una perforación de por lo menos 1 metro de profundidad y unos 10 a 15 centímetro de diámetro, así se permite que algunas raíces profundicen y le den un buen anclaje al ejemplar. Siempre, sin excepción se debe tutorar, en especial en algunos sectores de la ciudad que son más ventosos que otros.
No les debe faltar agua por lo menos los dos primeros años de implantados, pero sin anegar el hoyo pues afecta a las raíces y afloja demasiado el terreno circundante favoreciendo su caída. Revisar siempre el tutor para asegurarse de que no se ha aflojado o que por el crecimiento del tallo esté excesivamente ajustado.
Es recomendable en todos los casos “NO” utilizar para veredas árboles como los eucaliptos, pinos, álamos, sauces, ficus, araucarias, casuarinas, olmo siberiano, cipreses y otros que por su crecimiento tanto de la copa como de las raíces traerán problemas en la vereda al levantar las baldosas, invadir las cañerías de desagües pluviales y cloacales, incluso ocasionar molestias a los peatones que circulan por ella. Cabe recordar que estas especies se encuentran prohibidas en su uso para el arbolado público por la Municipalidad de Salta.
Algunos consejos a tener en cuenta cuando se realiza la plantación y con el fin de guiar las raíces en profundidad impidiendo que afecten la vereda, es al realizar la plantación, colocar una lata de 20 litros desfondada que rodee el pan de tierra. Al chocar las raíces contra las paredes de la lata se dirigirán hacia abajo hasta superar la pared de esta y no quedarán en la superficie del terreno. La lata se puede suplantar por un caño de hormigón de similar tamaño y mayor durabilidad.
Las especies más recomendadas pueden ser tanto de origen exótico como autóctono, siempre teniendo en cuenta su tamaño, en especial de raíz. Alguno de los árboles recomendados son: acer (Acer negundo), fresno europeo (Fraxinus excelsior), pezuña de vaca (Bahuinia candicans), crespón (Lagestroemia indica), liquidambar (Liquidambar styraciflua), sereno aureo (Ligustrum lucidum aurea), ceibo de la india (Eritrina coraliforme), árbol del mana (Fraxinus ornus), acacia de constantinopla (Albizia juibrissin). Otros ejemplares posibles, pero con algunas limitantes por el tamaño de vereda pueden ser; Lapachos (Tabebuia sp), grevillea (Grevillea robusta), tarco o jacarandá (Jacaranda mimosifolia), catalpa (Catalpa bignoniodes).
En caso de duda sobre la especie a utilizar, es conveniente hacerse asesorar por un profesional agrónomo capacitado en el tema o en las dependencias de espacios verdes de la municipalidad. Debe tenerse en cuenta que un árbol tarda varios años hasta afianzarse en el lugar y adquirir un tamaño relativamente importante por lo que es conveniente no hacer pruebas que lleven al fracaso y la desilusión.
Si todos plantásemos un árbol, tendríamos aire más puro para nuestros hijos.
Foto extraída de: www.tunoticia.com.ar
Fuente: Gustavo Paúl - Ingeniero Agrónomo
