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Prevención de la ceguera


27/01/2020 Salud

Se calcula que en el mundo 45 millones de personas sufren de ceguera, y para el 2020 se estima llegarían a las 90 millones de personas. El 90% de los casos ocurren en países del tercer mundo, ya que no se lo considera un problema prioritario. Lo llamativo de estos datos es que el 80% de estos casos son evitables con recursos actualmente disponibles.

Entre las principales causas de ceguera en nuestro medio se encuentran: catarata, defectos refractivos no corregidos en niños, diabetes, glaucoma, enfermedades infecciosas y accidentes. No es el espíritu de este artículo desarrollar cada patología, sino transmitir una inquietud, ya que con un control de rutina aun en personas sanas podrían evitarse en gran escala. La mayor cantidad se da entre los niños menores de ocho años que aún no terminan su etapa madurativa del ojo, y en el otro extremo de la vida en pacientes añosos.  Se puede prevenir la ceguera y tratar a tiempo las distintas causas.

Uno de los interrogantes que se plantean los padres es: ¿Cuándo llevar a su hijo a la consulta? ¿De qué sirve el control preescolar?

El momento de la consulta se puede realizar desde el nacimiento, con controles periódicos anuales. La importancia de ello radica en que en esta etapa neurológica madurativa del sistema visual necesita que el ojo sea estimulado con visión; cualquier alteración que impida parcial o totalmente esta función puede determinar una incapacidad en el potencial visual o ceguera no reversible en el infante. Con respecto al control preescolar, es la mejor forma de llevar una comprobación del desarrollo del aparato visual, y una buena manera de detectar los casos con problemas para el correcto tratamiento del mismo.

Maculopatía senil

Se define como la presencia de cierto grado de pérdida visual, que se produce por cambios involutivos en algunas capas de la retina en personas mayores a 50 años de edad. La enfermedad suele ser bilateral, aunque es posible que ambos ojos no se afecten por igual, y en los países occidentales es la causa principal de pérdida visual grave irreversible. Existen dos tipos principales:  la degeneración macular no exudativa o seca que representa el 88% de los casos, y la degeneración macular exudativa o húmeda, que representa el 10% de los casos, siendo este tipo de degeneración la más invalidante. El motivo de la consulta por esta patología no es muy variado, ya que provoca la pérdida de la visión central, imposibilitando al individuo la lectura, la discriminación, y la visión cromática. La característica de esta patología es que no se puede mejorar la visión con lentes convencionales, por lo cual es un paciente al que hay que dedicarle tiempo y paciencia, y realizar un meticuloso examen clínico y complementario para valorar las posibilidades visuales del mismo y evaluar la posible terapéutica. En este tipo de pacientes, que no llegan a ser ciegos, se los engloba como pacientes de baja visión, o con visión subnormal. Dependiendo del tipo de lesión existen distintos tipos de ayudas. Para las lesiones no exudativas existen las ayudas ópticas cuyo fin consiste en potenciar el remanente visual con lupas, telescopios o programas computarizados, en el caso de las lesiones exudativas, como se dijo anteriormente, son más invalidantes; existen terapéuticas nuevas con resultados alentadores con el uso combinado de drogas y láser, que detienen la pérdida de la visión.

¿Existen formas para prevenir este tipo de patologías?

 Diferentes estudios marcan que se puede hacer prevención con el consumo de antioxidantes. El organismo fabrica derivados tóxicos del oxígeno: los radicales libres, que atacan a cada una de las células, desorganizando membranas. Impactan sobre el ADN, avivan mutaciones cancerígenas o promueven la acumulación del colesterol- LDL. El exceso de radicales libres deviene en el llamado estrés oxidativo, que se vincula con el envejecimiento, y contribuiría al desarrollo de enfermedades, tales como la degeneración macular, el infarto, enf. de Alzheimer. Los antioxidantes inactivan los radicales libres: son la defensa natural del cuerpo contra la agresión. Los más conocidos son la vitamina E y C., Consumir alimentos con elevado poder antioxidante puede reducir el riesgo de enfermedades degenerativas.


Foto extraída de: www.insider.com

Fuente: Dr. Alejandro Guijarro - Médico Oculista


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